La Ruta Transcantábrica: Santillana del Mar

En la cornisa Cantábrica se encuentra el enclave principal del arte rupestre. Fue el lugareño Modesto Cubillas en 1868 quien descubrió una cavidad casualmente cuando fue a liberar a su perro atrapado en unas rocas. La cavidad pasó desapercibida por él, hasta que lo comentó con Marcelino Sanz de Sautuola, quien era un apasionado de la paleontología y juntos visitaron el lugar en 1875.

Los vestigios arqueológicos demostraron que la zona estuvo habitada en la prehistoria, concretamente en el Paleolítico, y allí se encontró lo que hoy se conoce como el gran descubrimiento del arte rupestre, la cueva de Altamira.

La cueva de Altamira alberga una cavidad natural en la propia roca donde se conserva una de las pinturas rupestres más importantes y mejor conservadas del paleolítico, es por este motivo por el que se le conoce como la Capilla Sixtina del arte rupestre. La Cueva de Altamira fue declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

A dos kilómetros de la Cueva de Altamira se encuentra la villa de Santillana del Mar.

Santillana del Mar es una villa de calles empedradas que convierten su encanto medieval en uno de los grandes reclamos turísticos de Cantabria. El centro histórico cuenta con edificios emblemáticos que van desde La Plaza de las Arenas, pasando por la Plaza de Ramón Pelayo que está escoltada por las Torres del Merino y de Don Borja, muy cerca se encuentra la Casa Consistorial y el área de los conventos de Regina Coeli y de San Ildefonso, hasta llegar a la famosa Colegiata  de Santa Juliana.

La Colegiata  de Santa Juliana, anteriormente era del Monasterio de Santa Juliana de mediados del siglo XII, cuyo claustro es considerado como una joya del románico que hacen de la colegiata una visita obligatoria en la villa.

Por su excelente ubicación la naturaleza también es una parte importante de Santillana del Mar. Esta villa se encuentra rodeada por la franja litoral, delimitada por los altos acantilados de Ubiarco, y extensas praderas verdes, que junto con la playa de Santa Justa, convierten este municipio en un emplazamiento mágico donde podrá encontrar todo lo que necesite pasar unos días inolvidables cuando visite Cantabria.

Además de la gran calidad de natural y cultural, Santillana del Mar, cuenta con la rica gastronomía cantábrica, que hace de esta visita un lugar excepcional donde poder degustar platos típicos del lugar. Entre sus especialidades se encuentran el Cocido Montañés, el Entrecot de Ternera Tudanca con milhojas de patata, la Fritura de Rabas del Cantábrico, y calabacín y la Tarta Santa Juliana.

La villa de Santillana del Mar es uno de los pueblos de la Ruta Transcantábrica, que nos permite conocer en profundidad el Norte de España a bordo del tren Transcantábrico.

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