La Ruta Transcantábrica: San Sebastián (Donostia)

Una perla es una estructura nacarada que tiene forma esferoidal y, habitualmente, se encuentra dentro de una madreperla. La formación de una perla es un proceso largo, complejo y no exento de riesgos pues ese extraño objeto acabará por convertirse en una gema preciosa. Su valor es infinito, su belleza es inconmensurable y su cristalino lleva dentro la pureza de las corrientes oceánicas.

A imagen y semejanza de una perla única, San Sebastián es una villa y ciudad que nos la trajo el mar. En los albores de la Edad Media, el rey Sancho “el Sabio” de Navarra, quiso para su reino una salida al mar al fructificar el comercio marítimo con el norte de Europa, así como dar cabida a la pujante pesca tradicional de la ballena y el bacalao. El Fuero de San Sebastián fue promulgado en 1180, y se considera la fecha oficial de la fundación de la ciudad. Su excelente ubicación geográfica a caballo entre Francia y la ruta del Camino de Santiago, dieron alas a la ciudad, cuyo despegue definitivo se produjo a partir de 1450, cuando se construyó el primer puerto comercial, y en 1662 Felipe IV le concedió el título de Ciudad. No obstante, fue la reina Isabel II quien puso en 1845 definitivamente la ciudad en el mapa de un incipiente turismo europeo, al convertirla en su balneario favorito debido a sus problemas de salud. La ciudad se llenó de excéntricos aristócratas, bohemios buscavidas y burgueses adinerados, durante la “Belle Époque” de los años veinte y florecieron los hoteles de lujo, casinos, teatros y frenéticas actividades en la famosísima playa de La Concha. La Perla del Cantábrico nos deleita y fascina a partes iguales: pegarse un chapuzón en la playa o relajarnos durante una sesión de talasoterapia, nos hará olvidar el mundanal ruido, y el estrés será cosa del pasado. Para los amantes del arte y la arquitectura, visitar la Parte Vieja, nos llevará a contemplar el rosetón y la estructura en “H” de una iglesia gótica, una plaza que fue coso taurino, callejuelas para perder el sentido y la compostura o mercadillos indelebles. A principios del siglo XX, el estilo parisino se impuso y buena fe de ello dan el clásico Hotel María Cristina (alojamiento principal de las estrellas mundiales que acuden al Festival Internacional de Cine de San Sebastián), la Plaza Gipuzkoa o el Teatro Victoria Eugenia.

La ciudad de San Sebastián, actualmente es el punto de partida (o final) de la Ruta Transcantábrica, que nos permite conocer en profundidad el Norte de España, a bordo del tren Transcantábrico, empezando por esta majestuosa ciudad, donde podremos degustar tranquilamente los placeres que ofrece la rica y diversa gastronomía vasca, con una cultura del pintxo sencillamente irresistible. La reconocida gastronomía donostiarra, posee 16 estrellas Michelin que funde los apreciados productos procedentes del mar (pescados y mariscos) con la frescura y consistencia de los productos del interior (frutas y verduras, carnes y cereales). ¡Será una experiencia que nunca olvidaremos!

Al atardecer, las vistas son impresionantes y los miradores naturales como los montes Igeldo (funicular y parque de atracciones incluidos), Urgull (cementerio romántico) y Ulia (blancos acantilados junto al mar) nos regalarán las mejores panorámicas que podamos imaginar.

La esencia de la ciudad quedará para siempre en nuestra memoria si conservamos un pequeño trocito de ella en nuestros corazones. Una botella de txakoli, pantxineta, el queso Idiazábal o una joya de arte local, dibujarán una gran sonrisa en nuestra cara al recordar lo bonito que es disfrutar de la vida junto al mar.

Salidas con promociones especiales para mayores de 55 años (consúltenos)

Información y reservas:

Email: info@turismoentren.com – Tel.: (0034) 913 095 131